sábado, 23 de mayo de 2009

Una Vez

Una vez Jesús fue hombre. Dicen que desde su concepción fue mitad Dios, pero eso no es verdad. Una vez Jesús fue hombre, y esa vez vivió. Fue pescador de peces, fue mercante, fue esposo, fue padre, fue feliz. Pero no era Dios. Como hombre envejeció y con el tiempo se fue la energía, la fuerza, la salud. Una mañana no pudo más subir su barca, no pudo más caminar hasta el mercado, no pudo más hacerle el amor a su mujer. Decrépito a los sesenta años Jesús de Nazaret no hacía otra cosa que sentarse en un banco a contemplar. Y contemplaba a la gente, sus rostros, sus males, sus dichas, sus penas, día y noche. Recordaba con melancolía su juventud como carpintero, la primera vez que vio su esposa desnuda, la sal del mar y el aroma particular de pescado fresco. Estaba conforme con su vida, estaba tranquilo; estaba viejo, sí, pero su arrugada piel escondía una satisfacción innombrable. Sentado en su banca vio pasar guerras, multitudes hambrientas, moribundos leprosos, hombres pobres y ricos miserables de sed. Una tarde, casi al finalizar su vida, por sus ojos pasó la procesión fúnebre de Lázaro. Jesús-hombre cansado dejó caer sus párpados ante el espectáculo. Sumido en memorias, ausente y omnipresente, sintió unas manos húmedas tocar sus pies. Con recelo abrió los ojos y vio una puta cubierta en sangre, llorando y retorciéndose de siete heridas que no sanarían nunca hundir el rostro en su cien. “¿Por qué me han hecho esto?” Sollozó ella, más para si que para el viejo. Haciendo un gran esfuerzo el Nazareno llevó su mano muy lento a la caliente mejilla de la mujer. Le contestó. “Por mi”. Maria Magdalena, empapándolo con su sangre se aferró a él y sobre la banca que ahora sería su lecho de muerte lo perdonó. 

2 comentarios:

  1. Mi comentario caca a falta de palabras sensatas.

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  2. Me gustó tu narrativa, sin embargo debo admitir que tu poesía es muy intelectual. Está bien escrita, tiene buena narrativa, pero no me interioriza en tu mundo emocional (lo que a mi parecer, es lo que es el arte, extrapolar tu mundo interior, materializarlo, una catarsis). Me gusta mucho esa especie de giro que tiene al final.

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