miércoles, 2 de febrero de 2011

Hoy

Hoy, a cuatro días de la meta, no publiqué nada.

:(


Escribió Ricardo el Miércoles, 2 de Febrero de 2011. Ric no lo podía creer. ¿Por eso te creíste haber fallado? Te faltaron solo 4 historias. Estabas tan cerca. Pero por llegar tan cerca de la meta, igual había premio. Eso no lo sabías, ¿verdad? ¿Sabías que hubo un mes en 2011 donde publicaste una historia al día, sin falta? Claro, no ganaste un público. El público no se gana tan fácil. Pero no por eso dejas de ser un escritor. Si ya se escribió el Coronel No Tiene Quién le Escriba, te falta escribirle el compendio, El Ricardo no Tiene Quién lo Lea. No por eso dejas de escribir. No lo dudes. Eres escritor. Riky se asusta, no le gusta llamarse nada sin poder respaldarlo. De todos tus impulsos, tu impulso creativo nunca murió. Quizás la vida se te interpuso, aunque a Ricardo no le gustan las excusas. Ric está lleno de excusas. Especialmente ese tipo de excusas, las inexcusables.

Un conejo una vez explicó a todo un público en Cuenca eso de los Ricardismos. En la confraternidad de Ricardos sabemos lo que es eso de llamarnos de muchas formas.

Ésta transmisión se interrumpe porque Chippy recibe un mensaje de aliento y Rikardoré recuerda que no solo su Ricardismo lo ha llevado a tener muchos nombres sino también todos los apodos que le han dado las personas que ama. No ama todos los apodos, pero El Presi tiene que aceptarlos por lo que son, llamados de amor. Dokari se cuestiona esto de las multiples personalidades, pero sabe que no escribe solo. Tal vez ese es el juego, no escribir solo. Ese siempre ha sido el juego y el Ric que filmó sus hogare(s) por fin ve una forma de no extrañar tanto a los que con el tiempo se vuelven extraños. Quizás no es necesario ver la evolución de todos al mismo tiempo, quizás son como árboles en muchos jardines que basta regar de vez en cuando para maravillarse de lo grandes que se han convertido.

El Magister Ricardo Salcedo Martínez no está seguro si compartir esto. Primero, la historia no tiene conflicto. Mal. Bueno, tiene conflicto, pero quizás no está bien planteado. Ricardo quiere escribir y para empezar a hacerlo de nuevo le está haciendo un nanai a un chico que recién salido de la ARCIS se convenció que si escribía mucho lo aprendería a hacer bien. A sus ojos de veintiañero había fallado. Tarkovsky le recordó hace poco a Ricardo el treintañero, con un toque de Sacrificio, que efectivamente el camino de la repetición no estaba tan perdido. Qué pretencioso suena Tarkovsky en éste contexto, pero el profesor Salcedo se puede dar esos lujos. A Riky le sigue asustando la pretensión.  

Entonces, ¿qué queda? Escribir. Para mí. Para todos. Para nadie. Algunas cosas las esconderé, como he ido imitando a las ardillas con sus nueces por años. Otras cosas las publicaré en éste blog. Sí, el mismo blog absurdo que tengo hace ya una década. Y como una cierta nota musical sabe muy bien, yo nunca he echado a nadie de mi casa.

1 comentario:

  1. Interesante. Una critica, compulsiva, del vicio de escribir para la nada. Para nadie. Para uno mismo. Es como cuando te encuentras con una hoja en blanco, frente a frente, a quemarropa. Es esa pelea con las palabras, que odiamos y amamos.

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